En esto del extraño ajetreo que con el que he dejado jugar a mi mente estos últimos dos o tres dias, no ví que una palabras interesantes estaban aqui, pero nada mejor que salir de las paredes ocre y ver el verde de los helechos para despertar del letargo este de las habitaciones de la ciudad.
De los límites impuestos, por la naturaleza, la sociedad y la propia mujer que come pizza prefabricada, que cree conocer a los depredadores, y que se sabe a salvo escuchando los latidos de su corazón, intentando encontrarse en la búsqueda de la expresión en libertad, para tal vez, a veces, creerse libre.
A esa mujer le gusta saber que hay "modelos adecuados", de esos modelos se ha vestido cuando ha sido necesario, se sabe aqui y ahora...pero claro...un paso más adelante...está la búsqueda, el viaje, el olor a bosque, el gemido del viento, la sangre que corre y golpea el corazón, está la hija, está el hombre, esta la madre y la abuela, y los amigos, y los libros, y la música, y el pasado, y el futuro, un pasó más adelante estás tu o yo, sabiendonos en este todo, que a veces nos permite jugar a vivir.
Hombres y mujeres, unos creciendo y otros decreciendo, mientras, la tierra seguirá ofreciendonos cálidas alfombras de hojas en la que descansar de las tribulaciones, si las queremos encontrar, si nos queremos encontrar.
Gracias por tu comentario, espero no haberme extendido demasiado...aun estoy pensando en lagos, helechos y árboles cantores...
:-)
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