{El gato de cheshire}

Yo también tuve varios caleidoscopios de niño, que sucesivamente se iban perdiendo o rompiendo, pero sin que desapareciera a su vez la necesidad imperiosa de tener un caleidoscopio. Para mí, aunque entonces no lo sabía, ese juguete fue toda una revelación; me enseñó que la realidad podía fragmentarse, cambiar de color e incluso hipnotizarme con sólo girar un poco la muñeca. Ahora sé que el caleidoscopio es una llave, como la literatura por ejemplo, y sí, tiene cualidades mágicas: restituye a la realidad su carácter misterioso y elusivo y nos enseña a mirar de otra manera lo más cotidiano.

Si, hay algunas llaves que siempre hacen de lo cotidiano, Lo Cotidiano.

Encontrado en la red:

Las llaves pueden ser de “salida” o de “paso”, tener distinta apariencia exterior y cumplir diferentes funciones.
Pero, en todos los casos, la forma de cortar el suministro de agua es muy similar.
Las fallas más comunes en llaves son la siguientes:

Gomas o golillas en mal estado.
Asiento de la llave en mal estado.
Problemas en la prensa estopa.

Parece que al final también las llaves tienen sus batallas y sus problemas cotidianos, y algunos de ellos bastante esotéricos (¿qué diablos será la prensa-estopa?).

ni idea, pero esotericamente hablando, en el lenguaje de las llaves, a mi me da que debe ser algo que amortigue, aunque, de verdad, no se, ya le preguntaré a mi amigo Ramón que sabe de esas cosas. le mantendre informado.