En el cielo cuando sonries.
Que tiempos aquellos cuando paseaba por Barcelona y me inspiraba un balcón de la calle Valencia o la esquina de Passeig de Grácia con Aragó, imaginando que imaginaba Gaudi cuando hizo realidad lo inimaginable por aquellos entonces...y me dicen los abuelos en la "resi" que
si su primo le conoció, y se le consideraba loco y visionario...que el arte no son tantas curvas ni a lo loco...que la linea recta lleva al recto camino...que tiempos aquellos cuando tenía tiempo de animorar el paso para dejar que viniese el hada de las palabras a contarme secretos al oido, que se alejaba en una brizna de aire, y quedaban en mi pequeño cuaderno de tapas verdes algunas frase sueltas, algunas fotos en mi memoria.
Esos tiempos han pasado, y ahora voy de aqui alla, viendo de refilón los balcones, pasando de largo las colas de turistas, y sin detenerme a pensar en que pensaba Gaudí. Aunque se me escapa tararear muy, muy bajito alguna de Van Morrison, a esas horas no hay mucha gente por la calle.
No veo la linea recta, ni la exageración de la curva. Veo caras y miradas, veo personas.
La cosa empezó un poco antes de la castañada, uno de los mejores dias del año, se comen castañas y boniatos, se cuentan cuentos por la noche, y los más valientes hasta se enamoran.
Les llenamos el salón de hojas de otoño, y les llevé bonitas canciones, y bebimos un poco de moscatel...luego la cosa se acelera, empiezan los preparativos para las Navidades, más fiestas, bailes y alguna salida a Sta Llúcia a buscar musgo para hacer el pesebre, ahora ya estoy pensando en el nuevo ciclo de cine, Capitanes Intrepidos, Desayuno con Diamantes, Niágara, Gilda, Solo ante el peligro...los miercoles por la tarde. Yo tambien me apunto.
Y vendrá papa Noel y traerá regalos.
Y volveremos a ver esas expresiones modeladas de añoranza y felicidad, casi a partes iguales.
Vale la pena no detenerse en mitad del paseo, la vida sigue un pasito mas adelante.
